viernes, 19 de octubre de 2012

TOKAIDO


Tokaïdo.





Un juego de Antoine Bauza.
2 a 5 jugadores.
45 minutos, aprox.




               La Tokaido (Camino del Mar del Este) fue la más importante de las Cinco Rutas del Periodo Edo y unía Kioto, en Japón, a Edo (la actual Tokio) vía sus 53 estaciones pintadas por el gran Utagawa Hiroshige. A diferencia de la ruta interior, menos transitada, la Tokaido seguía la línea de costa del mar del este, de ahí su nombre. Actualmente, el corredor Tokaido es la ruta más transitada de Japón, de Tokio, la capital, a Yokohama (la segunda mayor ciudad de Japón), de ahí a Nagoya (la cuarta) y a Osaka (la tercera) a través de Kioto, pero en sus tiempos, cuando los carros eran casi inexistentes, el viaje se hacía a pie mientras que la carga pesada lo hacía por mar, las mujeres tenían que ser acompañadas pues les prohibían viajar solas. A lo largo de la ruta se crearon Puntos de Control donde los viajeros presentaban sus Permisos de viaje y las 53 estaciones, estaciones aprobadas por el propio gobierno, y destinadas al descanso del viajero, establos para caballos, alojamiento, comidas y lugares de interés que el viajero podía visitar.


Tokaido no es una carrera que tengamos que ganar llegando el primero. En Tokaido los jugadores serán los viajeros de un Japón de antes y recorren esta prestigiosa Ruta del Mar del Este transformando su viaje en una de las experiencias más enriquecedoras. Y para ello, avanzando por las diferentes casillas de colores al ritmo de su propio interés, degustarán deliciosas especialidades culinarias, comprarán ropa, obras de arte, recuerdos (ya entonces existía el típico estuve allí y me acordé de ti), disfrutarán las excelentes virtudes de los manantiales de agua caliente y tendrán encuentros inolvidables en medio de paisajes de ensueño.

Esto empieza con 10 Cartas Personaje, cada uno con sus propias características; se reparten dos de esas Cartas a cada jugador, la primera decisión en Tokaido es decidir con cual te quedas y “asumir” al personaje durante toda la partida. El último jugador (siempre el último) avanza su Viajero una o varias casillas, hasta el lugar libre que desee; hay “casillas-estaciones” individuales y otras con capacidad para varios Viajeros al mismo tiempo. Una vez mueves el Viajero, se obtienen los Puntos de Victoria o el “beneficio” correspondiente a esa estación. Casi siempre, tras el movimiento de ese viajero, otro viajero será el nuevo último y por lo tanto él será quien moverá.

Sin embargo, sí que están todos obligados a parar en la “estación posada” para comer, (los menús dan PV y cuestan un dinero que a veces cuesta pagar y no se puede repetir menú en otra posada), esperarse (allí sí que hay sitio para todos) antes de “arrancar” de nuevo con el mismo mecanismo de movimiento, es decir siempre el último por delante. Agrupar recuerdos de diferentes tipos o familias, crear lotes de cartas o comprar lienzos que formaran un paisaje completo proporcionaran PV añadidos.
La partida se acaba cuando todos llegan a la última estación-posada y compran una última carta de comida. Llega la hora del recuento final y la hora de felicitar al ganador.
 Pero aunque el juego cumplía varios criterios interesantes, simplicidad de reglas, partida corta, tema original y personal, no era suficiente. La inmersión en el tema no me satisfacía. El juego era frío y mecánico y los jugadores no sentían el viaje. Le dí mil vueltas a los mecanismos (7 prototipos en un año) para acabar comprendiendo lo que no quería comprender: el juego era un auténtico fracaso y quedó arrinconado mientras seguía con otros proyectos.


Antoine Bauza. Reflexiones del autor.
(traducción de Errebe)

El primer Tokaido. SEPT. 2007/NOV.2008

Como para casi todos mis juegos, Tokaido nace de su propio tema, inspirado en la obra “Las 53 Estaciones del Tokaido” del gran Hiroshige. Esta serie, mi preferida por encima de cualquiera de sus obras, me hizo pensar en un juego de recorridos en el que unos artistas en busca de inspiración peregrinan por la Tokaido. Mi intención era crear un juego “zen”, proponer a los jugadores un viaje por mi querido Japón sin abandonar la mesa de juego.

En su primera versión, 5 artistas creaban sus obras (pinturas, música, poemas...) mientras buscaban su inspiración en el viaje. Esos cinco artistas no estaban atribuidos a ningún jugador sino movidos colectivamente mediante una mecánica de cartas: cada carta tenía 2 personajes, colocados verticalmente y cuando se jugaba una carta, uno de los personajes de la carta debía de coincidir con el de la última carta jugada, algo parecido al mecanismo del dominó y así avanzaban los viajeros a la casilla siguiente y el jugador conseguía su correspondiente beneficio en esa casilla.

El nuevo Tokaido. MARZO 2010/DÍA DE HOY

No recuerdo en qué momento volvió el juego a mi mesa. Simplemente, un buen día empezamos todo de nuevo. Quería un juego que evocara la sensación de viajar e introducir la Tokaido de una manera más concreta. Abandoné mi recorrido modular por un tablero. Puede parecer anodino pero no me gustan nada los tableros estáticos. El único que encontrareis en mi ludografía, es el de Pony Express, un proyecto al que me llevó Bruno Faidutti y en el que el tablero estaba ya muy trabajado a mi llegada. Pero me consolé con un pequeño artificio: mi tablero sería utilizable en los dos sentidos.


Las 53 Estaciones históricas de la Tokaido se transforman en las 53 casillas de un recorrido lineal que unirá las dos capitales niponas. De los 4 paisajes iniciales, sólo conservo 3 (arrozal, mar, montaña) que se transforman en paisajes fragmentados que hay que coleccionar. Los demás elementos de la temática se integran con total naturalidad: encuentros, especialidades culinarias, recuerdos... Si añadimos a todo  eso los manantiales de agua caliente y los templos, totalmente identificados con la cultura nipona, ya tenían mis viajeros de que ocuparse durante su largo periplo.
Desde el primer testeo de nuevo prototipo supe que había encontrado el camino. La sensación del viaje estaba ahí, las reglas aún eran más simples, hasta el prototipo tenía ese toque de frescor primaveral que siempre buscamos, los testeos se encadenan placidamente, cada elemento va encontrando su sitio partida tras partida... La ruta fue, finalmente, dividida en cuatro secciones (en vez de las 5 iniciales), la posibilidad del quinto jugador llegaría con los desarrollos y las capacidades propias de cada uno de los 10 Viajeros conocieron múltiples versiones.


Por una feliz coincidencia, el prototipo alcanzó su versión estable para poderlo inscribir en el Concurso Internacional de Creadores de Juegos de Boulogne-Billancourt. Había puesto todas mis esperanzas en que el juego convenciese al jurado con su atmósfera que yo consideraba tan peculiar. Por aquella época sólo una cosa me preocupaba, el juego a 5, deficiente aún. Pues nada, se aparta ese quinto jugador de la versión que envié a Boulogne y encuentro tiempo para seguir trabajando en ello. Tokaido dió en el clavo y fue recompensado por el jurado de Octubre de 2011.
El prototipo gustó inmediatamente a los de Funforge con los que ya habíamos colaborado en Pony Express y teniendo en cuenta el saber hacer del pequeño editor parisino, Tokaido será, imperativamente, un gran juego.





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